El aislamiento insuflado es una técnica efectiva, rápida y económica con resultados sorprendentes desde el primer día, sin obras ni molestias, ni perdida de espacio.

Este tipo de aislamiento consiste en inyectar aislamiento a granel en las cavidades de: las cámaras de aire cerradas, de fachadas o falsos techos, distribuyéndose el material aislante de forma compacta y sin fisuras, que por una parte aísla y por otra, impide la circulación de aire hacia el interior de la vivienda, obteniendo un sistema de aislamiento sin puentes térmicos que evitara la libre circulación de aire, evitando así la entrada de frío o calor, hacia el interior de la vivienda, y por tanto reduciendo las perdidas energéticas.

Esta técnica se aplica principalmente en fachadas de doble hoja, también llamadas fachadas con cámara de aire o tabiques tambor. Esta es una solución constructiva muy habitual desde los años 60 hasta nuestros días, la mayoría de las viviendas existentes permiten este tipo de aislamiento.